miércoles, 19 de noviembre de 2008
Encuentros y re-encuentros
Hoy sale el sol, pero hace frío.
Mañana quien sabe lo que será.
Ayer me encontré con un amigo que hacía tiempo que no veía, y eso que vivimos cerca, muy muy cerca, pero hacía mucho que no nos veíamos, supongo que porque no queríamos, o porque no nos hacía falta.
Nos tuvimos que tomar unas cervezas juntos, y le dejé hablar, era obvio que le hacía falta desahogarse, tras la tercera pinta de guinnes ya quiso y pudo relajarse.
No contaré sus intimidades, aunque nadie lea estos psico-brotes que suponen este blog, bitácora, panel de anuncios de emociones, intenciones y reportes, estos asaltos piratas que llamo libertinajes, pero insisto, volviendo al cauce de la coherencia repito, que no explicaré los detalles de sus cuitas, tragedias y lloriqueos pero el caso es que lo que me contó fue un poco como si me lo contara yo a mi mismo, me hizo pensar...
Y es que las cosas están aunque no las mires, incluso si miras y no las ves, no importa si te las esconden, o si pretenden hacerte creer que no has visto lo que tienes frente a tus narices, y si saltas al tren cuando ya ha pasado caerás a las vías.
Re-encuentro con el yodo, comienza a curarte las heridas, desinfectalas y asume que quedará una horrible cicatriz donde antes había un precioso tatuaje.
No saltes anda...
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