miércoles, 9 de abril de 2008

Pragma y Estehos

Dos hermanos, una lucha.
Estehos adoraba la belleza. Su hermano mayor Pragma tambien. Pero, ay amigo!
Lo que se aparecía como belleza absoluta ante los ojos de Pragma el primogénito, no era nunca coincidente ni en forma ni en esencia con nada que fuera capaz de ordeñar unas lagrimas de emoción a su querido pero ridículo hermano Estehos.
Todos en la corte del padre de los hermanos, admiraban babeantes el estilo de Estehos con el arco, pero al final de la cacería siempre era Pragma el que con sus maneras de ornitorrinco abatía mayor numero de piezas. Cuando construyeron sus palacios de marfil, el delirante estilo de Estehos hizo su torre puntiaguda totalmente inhabitable, pero eso si, su visión constituía el mejor paisaje que podia admirarse desde el recio y solido palacio de Pragma, donde Estehos se vió obligado a vivir.
Una noche Estehos, que solía evitar los salones principales del palacio para no tener que sufrir la pose de desaprobación que adoptaba Pragma en su presencia, bajó las escaleras rectas y sólidas como para soportar el peso del paso de decenas de Hunos hambrientos persiguiendo elefantes. Al llegar a la puerta del salón principal, Estehos se ajustó las ropas y entró.
Pragma sorprendido por la extraña expresión en la faz de su hermano, se acercó a él. Ésta vez se aproximó relajado, dejando que sus ojos transmitieran el verdadero afecto que en su corazón sentía por su hermano, fué hacia él mostrandose hermano después de tanto tiempo.
¿Que te pasa? preguntó.
Estehos se echó entonces en los brazos de su hermano y verdadero modelo no reconocido de comportamiento, y comenzó a llorar.
Pragma cerró sus brazos alrededor del joven y volvió a preguntar - ¿Que te hace sufrir de esta manera Estehos? - Estehos, tembloroso se separó unos centímetros de Pragma y derrumbado confesó - Pragma hermano, reconozco que tú tenías razón, cambiaré el color del fondo y del texto de mi blog para que sea mas comodo leerlo.
Pragma en ese instante sintió en su corazón la liberación de incontables presos afectivos retenidos durante años y se echó a llorar...

martes, 8 de abril de 2008

fe de ratas

que asco de bichos, las palomas digo, las ratas tienen dignidad...
que me he equivocado que son the shins no the shines y ya se pueden hacer comentarios sin inscribirse ni nada.

lunes, 7 de abril de 2008

Parones

Como en una caravana de verano, vas arrancando y parando, encajando en los huecos que se abren a tu alrededor. "Take a glimpse of the good life", dicen los perros que se mueren de calor en los coches, vale tio, si, ya voy a escuchar The Shins...

Parecía que habia llegado la primavera, y de golpe y porrazo (de los de fumar además), se pone a parecer que va a llover, pero no termina de caer. Parón.
Pensaba venir a desvariar a este diarío con frecuencia suficiente como para hacerlo semanario, pero no ha podido ser. Parón.
Quería haber seguido siendo feliz, pero en el preciso instante que comienzas a serlo de verdad, dejas de serlo también, porque tomas consciencia de la infelicidad que produce la autocomplacencia. Parón.

La manera de perder el tiempo, es de alguna manera lo que realmente define si uno está perdiendo el tiempo o no. Digo con esto: si elegimos tirar nuestros segundos y minutos en algo que sabemos que no va a ninguna parte, si decidimos malgastar nuestras horas y semanas en lugar de ocuparlos en algo que tiene alguna perspectiva de ir a algun sitio, ¿tienen los demas derecho a reprocharnoslo? ¿Acaso la obligación?

Creo que voy a inventar una maquina de desperdiciar vidas, amores, sueños, oportunidades. Será una maquina que nos haga aun mas cobardes de lo que ya soy, será un aparato que nos ayudará a esconder la cabeza bajo el suelo y no tener asi que vernos a nosotros mismos cuando vengamos a pedirme cuentas. Las cuentas de la lechera. Las explicaciones que debo darnos cada rato a cerca de qué hago con nuestro corazón, el informe de gastos de nuestras caricias, de nuestros besos, de nuestro esperma y nuestro flujo.

Mejor, voy a inventar una maquina de estar triste que es lo que el mundo está necesitando. Parón.