De dos:
Un encendedor y un cigarro,
el televisor y un mando,
un padre y su hija,
la medición de la presión arterial y un anciano,
el agua y el aceite,
el vino y un vaso de pote,
mi "yo mismo en mi" y la soledad,
un poema y la verdad.
Paro por no seguir diciendo que sigo.
Digo que sigo por no parar.
De tres:
Un trabajo, un techo y tenerse,
un zapato, un calcetín y tu pie,
la luz, el sol y los cristales limpios,
una guitarra, una púa y la barra de un bar,
aquellas fotos, el recuerdo de haber estado y el sabor de la piel,
la comida, los cubiertos y una mantita para la siesta que viene,
el domingo, una resaca y el ibuprofeno,
las mentiras, el dolor y la realidad.
Niebla.
1 comentario:
Me encanta, me parece redondo.
(Eso sí, lo de la presión arterial y el abuelete ya te lo discuto, que anda que últimamente no me he hecho viajecitos a la farmacia para tomármela...)
Abrazo.
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